Una razón, una palabra
un camino que espera por mí
dijo en su voz, que no me amaba
bendito Dios como pudo mentir.
 
Y allí frente a sus ojos me hirió el corazón
sus labios vi temblando al decirme que no,
no más porque debía defender su honor
su amor que era grande en el suelo dejó.
 
Y como dices, que no has mentido
que no has mentido por Dios
si estás llorando de sentimiento
lo miro en tus ojos yo
 
No vale quererla, no vale ya
llevarla en el alma ya para que
cuando le tocó defender su amor
allí abandonó.
 
Tu encendiste para mi, mil estrellas que yo vi
hoy no lo puedo entender,
porque esa verdad acepte que alumbraron para mí
cuando no las pude ver.
 
No vale quererla, no vale ya
llevarla en el alma ya para que
 
Oyes mi voz triste, apagada
no diré nada que pueda decir
cual piedra está, mi alma callada
yo sé que guarda por dentro un sufrir.
 
Como decirle al mundo que eras para mí
el aire, el mar, la tierra, la luz que un día vi
si sólo es laberinto el camino a seguir
porque me has quitado el deseo de vivir.
 
Siendo tan grande, su amor inmenso
tan pequeño se quedó
no tuvo fuerza de sentimiento
para decir que me amó
 
No vale quererla, oh! por Dios que no
no vale adorarla, ya para que
le puse en sus manos mi corazón
y siempre lo hirió.
 
Tu pusiste ante mis pies un abismo y lo encontré
pero llegando al final,
yo me pude detener, allí pude comprender
no daré otro paso más.
 
No vale quererla, no vale ya
llevarla en el alma ya para que